La imagen corporativa de una empresa es la imagen que el público tiene de esa entidad.
- Una imagen corporativa bien construida y trabajada coherentemente aporta a la marca beneficios de cara al posible cliente, como por ejemplo:
- Conseguir que nuestro público objetivo se identifique con nuestra marca, lo que otorga fidelidad.
- Una fácil identificación de nuestros productos o servicios, al contar con una coherencia visual.
- Un incremento del valor percibido de tu oferta de productos/servicios.
- Crea un vínculo emocional con tus clientes, más fidelidad.
- Un valor diferencial frente a nuestros competidores.
- Una sensación de marca fuerte, lo que nos brinda seguridad y confianza.
En general te da esa sensación de profesionalidad que todos queremos que tengan los productos o servicios que adquirimos. Pero, además, de cara a nuestros empleados o inversores, generamos una confianza y un orgullo de pertenencia a una entidad con valores y objetivos.